Bienvenidos

INTERNATIONAL SHOTOKAN SHOBUKAN KARATE ASSOCIATION


Presidente
Toshio Tsushima Sensei, JKA Honorary Members of Instructors Committee

せんせい としお つしま


Intructor en jefe y director técnico mundial:
Sensei Masaya Kohama Kancho

せんせい まさや こはま かんちょ

Director Panamericano
Manuel Da Costa Sensei
Shobukan Honbu Dojo
Texas USA


República Argentina
Zanshin Dojo

Director Regional
Sensei Daniel O.Rodríguez



















ZANSHIN DOJO

ZANSHIN DOJO
ZANSHIN DOJO Informes: 15-5629-7811 Leopoldo Marechal 958 Cap Fed

SHOBUKAN JAPON

SHOBUKAN JAPON
にほん Click en Imagen

SHOBUKAN MEXICO

SHOBUKAN MEXICO
めきしこ Click en imagen

USA TEXAS

USA TEXAS
Click en Imagen

Jardin Japones 2 de Abril

Jardin Japones 2 de Abril
Click en Imagen

INDUMENTARIA Y EQUIPOS PARA ARTES MARCIALES

INDUMENTARIA Y EQUIPOS PARA ARTES MARCIALES
むさし げんぶど Click en imagen

Centro Nikkei Argentino

Centro Nikkei Argentino
にKけい あるぜんちん Click en Imagen

Toshio Tsushima Sensei /Honorary members Of Instructors Committee JKA

Toshio Tsushima Sensei /Honorary members Of Instructors Committee JKA
Toshio Tsushima Sensei としお つしま せんせい

Shotokan Japón

Shotokan Japón
Masaya Kohama sensei マサヤ コハマ センセイ

SAKUGAWA

SAKUGAWA
1733 - 1815 さくがわ Sakugawa

MATSUMURA Sokon

MATSUMURA Sokon
1809 - 1928 まつむら そこん Matsumura Sokon

AZATO Yasutsune (Anka)

AZATO Yasutsune (Anka)
1830 - 1915 あざと やすつね Azato Yasutsune

ITOSU Yasutsune (Anko)

ITOSU Yasutsune (Anko)
1832 - 1918 いとす やすつね Itosu Yasutsune

GICHIN FUNAKOSHI SENSEI

GICHIN FUNAKOSHI SENSEI
1868 - 1957 ふなこし ぎちん Gichin Funakoshi Sensei

Yoshitaka Funakoshi (Gigo )

Yoshitaka Funakoshi  (Gigo )
1906 - 1945 ふなこし よしたか Yoshitaka Funakoshi Sensei ( Gigo)

MASATOSHI NAKAYAMA SENSEI

MASATOSHI NAKAYAMA SENSEI
Masatoshi Nakayama Sensei なかやま まさとし

lunes, 29 de septiembre de 2008

UN POCO DE HISTORIA

Extraido del libro "EL Origen del Poder" Autor Kanji Kikuchi El PRIMER CONTACTO DE OCCIDENTE CON JAPON El primer y real contacto occidental con Japón ocurrió en 1543. En ese año, un barco comercial portugués que iba rumbo a China naufragó en alta mar y después de varias semanas de estar a la deriva encalló en la isla Tanegashima en el extremo sur de Kyushu. Los tripulantes fueron rescatados por los isleños, quienes repararon el buque portugués para que pudieran volver a su patria. Los portugueses, muy agradecidos, hicieron una demostración de "tubos negros que lanzaban fuego estruendosos y simultáneamente dan al blanco con una distancia de más de setenta metros". El señor feudal de Tanegashima se asombró por la presición con alcanzaron el blanco las balas y compró dos ejemplares a cambio de una cuantiosa cantidad de plata. Fueron los primeros fusiles que se conocieron en Japón. Unos años después, los portugueses volvieron a Japón trayendo muchos fusiles tratando de venderlos bien, pero el precio que lograron no llegaba al nivel esperado. Después de varios días de frustración, los portugueses descubrieron que ya en el mercado japonés estaban en venta gran cantidad de fusiles fabricados por los japoneses. Resultó que el señor de Tanegashima (Tokitaka, 1528-1579) al comprar los dos fusiles, ordenó a su súbdito Kinbei Yaita, encontrar la manera efectiva de reproducirlos. Kinbei desarmó los fusiles y con la ayuda profesional de los herreros de espadas logró dominar la metodología para fabricarlos. La técnica de la manufactura de fusiles fue transmitida a Sakai ( en aquella época era el centro comercial "industrial" de Japón, se ubica al lado de Osaka). Los herreros especializados en producir las famosas espadas japonesas dominaban los secretos de cómo forjar el acero y dar el tratamiento térmico más adecuado para aumentar la resistencia del metal. Tenían sus talleres alrededor de Sakai, Kii ( actual Wakayama), y Bizen ( actual Okayama) principalmente, y empezaron a manufacturar los fusiles con mejores resultados que los originales en cuanto a la calidad de puntería y resistencia la calor. Al principio, los tradicionales señores feudales no reconocieron el verdadero valor de los fusiles. Los consideraban armas cobardes e indignas de un Samurai ( los caballeros de la guerra) , y rechazaron darles un lugar merecido en la estrategia militar. Pero la historia de Japón fue drásticamente modificada a partir de la batalla de Nagashino en 1575, cuyos protagonistas no fueron famosos caballeros con armaduras, lanzas y espadas, sino desconocidos fusileros. El señor de Oda (Nobunaga Oda), una ascendente figura fuerte de la guerra interana del japón, decubrió el valor estratégico de estas armas. Hizo fabricar a los herreros de Sakai grandes cantidades de fusiles. Organizó regimientos especiales de fusileros sin usar a los samurais, sólo soldados rasos reclutados entre los campesinos. Esos regimientos de fusileros de Oda, con 3000 fusiles divididos en tres regimientos, fueron atacados en Nagashino por la legendaria y temible caballería del clan Takeda, invicta hasta entonces, famosa por sus heroicos guerreros y sus armaduras rojas con los respectivos escudos de la familia, famosa, sobre todo, por no saber darle la espalda la enemigo, los fusileros compuestos por los soldados sin nombre contraatacaron y aniquilaron literalmente a la caballería del señor Takeda. La recordada escena final de "Kagemusha", una de las películas épicas de Akira kurosawa, reproduce fielmente el final de esta famosa batalla que cambió el curso de la historia del país. Aquellos fusiles tenían un alcance de cien metros y tardaban unos quince segundos para recargarse. Ese hecho ocurrió exactamente treinta y dos años después de la primera llegada de los portugueses a Tanegashima. En 1549, llegó a Kagoshima, Francisco Xavier (1506-52) y comenzó a propagar por primera vez el cristianismo en Japón. Como fue muy positiva la reacción del pueblo, Francisco Xavier intentó llegar a Kyoto, la legendaria capital de Mikado ( el hijo del cielo, el gran rey espiritual del pueblo japonés), con el fin de obtener la autorización exclusiva de propagar la fe cristiana en el territorio de Japón. Sin embargo el viaje fue decepcionante. Japón se encontraba en plena guerra civil. Cientos de los señores feudales estaban luchando entre sí una guerra sin fin para conseguir el puesto de hombre fuerte del país. Los ganadores de hoy formaban la lista de los perdedores de mañana, en la ciudad de Kyoto, totalmente destruida por el fuego de la guerra, Francisco Xavier se encontró desesperado, no había ningún interlocutor válido para conversar el tema en cuestión. Ni el emperador (Mikado), ni el Shogún de turno, ni los señores generales lugartenientes tenían tiempo para conversar con él, porque estaban ocupadísimo en su propia supervivencia. Decepcionado y posiblemente reconociendo la adversidad del tiempo, Francisco Xavier abandonó Japón en 1551 y regresó a Macao, dejando unos miles de conversos japoneses entusiasmados con la idea revolucionaria del cristianismo.

No hay comentarios: